"Washington, we have a problem"
O, la bochornosa incapacidad de Washington para salir de su propia trampa.
EE.UU es proyectado en occidente como Mr. Wolf, pero ni siquiera están a la altura de Jules Winnfield o Vincent Vega. Es decir, estos señores de Washington se venden como solucionadores de problemas y ni siquiera llegan a macarras.
La pregunta que todo ser mínimamente coherente debe de hacerse es la siguiente:
¿Cómo van a salir de este atolladero?
Quiero decir, han fabricado una guerra y la han perdido, las repercusiones serán demoledoras para las clases trabajadoras. La propaganda funciona durante algún tiempo, pero el tiempo se acaba.
Las millonarias ayudas económicas y armamentísticas enviadas a Ucrania están siendo robadas por élites clandestinas de traficantes y terroristas.
Ucrania perdió gran parte de su soberanía tras el golpe de estado producido por Washington en 2014, cuando trató de subyugar a gran parte de su pueblo. El problema es que no pudieron imponerse sobre estas regiones y ahora simplemente se ha convertido en un “espacio indefinido” difícil de dibujar sobre cualquier mapa.
La soberanía de un país en términos políticos está supeditada a los poderes estatales que controlan su propio territorio y como todos comprenderán, con el movimiento ruso, Ucrania ha terminado por perder cualquier rastro de control estatal sobre gran parte del país.
Lo que ha quedado en este confuso territorio es una mafia que pretende sacar todo el rédito posible manteniendo una guerra perdida desde el primer día para obtener pingües beneficios y transferir dicho capital lo mas rápidamente posible a cualquier paraíso fiscal.
El dinero que reciben estas “élites, o golfos” está siendo transferido a otros países y las armas revendidas por grupos de narcoterroristas de toda Europa. No lo digo yo, lo dice el Jefe de la Interpool, Jürgen Stock, que “insta a los miembros a cooperar en el rastreo de armas, ya que las armas inundarán la economía oculta cuando termine la guerra.” (click aquí para la fuente).
Nadie puede ignorar el riesgo que significa esto para la estabilidad y la paz de los pueblos europeos. Nuestros representantes políticos son responsables del envío de estas armas, no solo por el hecho de que están siendo vilmente usadas para asesinar a civiles rusos en el Donbass, sino también porque serán utilizadas por estas elites narcoterroristas que zascandilean por todos los continentes de este pequeño y maltratado planeta.
Se avecinan tiempos difíciles.
Los pueblos sumidos en una espiral capitalista de miseria y pobreza desde hace siglos están empezando a perder la paciencia.
Cada vez son más occidentales los que están descubriendo el montaje fabricado por las élites capitalistas cínicamente llamado “crisis, inflación, estanflación…”, y todas esas paridas que vierten en los medios propagandísticos para ocultar lo que viene siendo un intento fallido de apropiación.
Para entender que ocurre en el mundo debemos de comprender cómo funciona. ¿Cómo funcionan los sistemas de poder?
¿Cómo se construyen?
¿Porqué se mantienen en el tiempo?
Un artículo de Cynthia Chung lo explica desde una perspectiva histórica. Interesante
Voy a apoyarme en un artículo revelador publicado en (www.wsws.org) y escrito por Gabriel Black, que lleva por título “Critical resources, imperialism and the war against Russia” y analiza perfectamente la distribución de materias primas y su re-distribución mundial, para que así se entienda que está en juego realmente. (Click aquí para la fuente)
Entre otras cosas dice lo siguiente:
“Todas las grandes guerras e intervenciones militares de los Estados Unidos durante el último cuarto de siglo han comenzado con pretensiones de un gran propósito moral.
En Irak, se le dijo a la población estadounidense que un loco estaba desarrollando armas de destrucción masiva. En Afganistán, los yihadistas talibanes necesitaban ser eliminados para liberar al país y encontraron a Osama Bin Laden. En Libia, Muammar Gaddafi obstruyó el anhelo del país por la “democracia” y los “derechos humanos”.”
Pero, ¿A qué viene todo esto? ¿Qué buscan?
Sigo con el artículo anterior:
“¿Por qué en Estados Unidos, tierra donde todo gira en torno al dinero, la guerra, una de las mayores exportaciones del país, sería una excepción? ¿Es el Medio Oriente, la pieza central de la “guerra contra el terrorismo”, el punto focal global de las futuras reservas de petróleo y gas más baratas? ¿Es simplemente una feliz coincidencia para el Pentágono que Gaddafi y Hussein se sentaran sobre dos de los mayores suministros sin explotar de ese codiciado producto?
Como dijo Alan Greenspan, expresidente de la Reserva Federal y artífice clave de la política económica de EE. UU., en unas memorias de 2007: “Me entristece que sea políticamente inconveniente reconocer lo que todo el mundo sabe: la guerra de Irak tiene que ver en gran medida con el petróleo”. Greenspan fue duramente reprendido incluso por hacer esta simple observación.”
Bueno esta apreciación seguramente será bien conocida por todos, sin embargo ¿Porqué Rusia, porqué Ucrania? ¿Porqué China?
¿Sabéis realmente que contienen estos países?
Veamos, sigo con el artículo:
“Lenin enfatizó que el imperialismo no era una opción política sino un impulso ineludible de la producción capitalista avanzada en la época imperialista. “La dominación”, escribió Lenin, “y la violencia asociada a ella, tales son las relaciones más típicas de la 'última fase del desarrollo capitalista'; esto es lo que inevitablemente debe resultar, y ha resultado, de la formación de monopolios económicos todopoderosos”.
“Lenin enfatizó que, entre otras cosas, este desarrollo y concentración de las fuerzas productivas bajo el capital financiero motivaría una caza rapaz para controlar los recursos clave del mundo. “Cuanto más se desarrolla el capitalismo”, escribió, “cuanto más surge la necesidad de materias primas, más encarnizada se vuelve la competencia, y cuanto más febrilmente avanza la búsqueda de materias primas en todo el mundo, más desesperada se vuelve la lucha por la adquisición de colonias.””
Y, entendiendo esta necesidad, volvamos al asunto de las riquezas naturales:
“Rusia es la ciudad más grande del mundo. Si bien su economía es relativamente minúscula en comparación con las potencias imperialistas, su territorio se extiende por dos continentes, con un tamaño total de 6,6 millones de millas cuadradas. Los subcampeones, Canadá (3,8 mi²), China (3,7 mi²) y EE. UU. (3,6 mi²) están significativamente rezagados en términos de tamaño. Rusia por sí sola comprende el 11 por ciento de la masa terrestre del mundo entero.
En esta vasta masa de tierra hay una variedad de importantes minerales y recursos.
Rusia produce aproximadamente el 40 por ciento del gas natural de la UE y casi el 12 por ciento del petróleo del mundo. Rusia es también el segundo mayor poseedor de reservas de carbón en el mundo, 175 mil millones de toneladas. Estos recursos juegan un papel clave en el conflicto en curso. En medio de la escasez de suministros energéticos globales, estos recursos son un gran impedimento para el imperialismo estadounidense a nivel mundial, pero particularmente en su esfuerzo por combatir el ascenso de China.
Además de hidrocarburos, Rusia contiene cantidades masivas de metales básicos. Rusia es el tercer mayor poseedor de reservas de hierro, con 25.000 millones de toneladas. También posee la segunda mayor reserva de oro (6.800 toneladas) y está cerca del quinto lugar en plata. El país es también el mayor productor de diamantes, produciendo, en promedio, alrededor de un tercio de los diamantes del mundo en los últimos años.”
Sigamos:
“Si bien cada uno de estos recursos merece atención para comprender las ambiciones geoestratégicas de los Estados Unidos y sus aliados, este artículo analiza un aspecto menos conocido de la política de recursos globales: los minerales críticos. Los minerales críticos se refieren a una serie de metales y minerales cada vez más vitales para la producción mundial que, en las próximas dos décadas, se espera que aumenten enormemente en su demanda. Rusia se asienta sobre fuentes sustanciales de una diversa gama de minerales críticos que EE. UU. cree que serán cruciales para el poder económico y político mundial en el siglo XXI.”
“Las industrias que alguna vez se concibieron como independientes de la electrónica han impulsado una nueva demanda de todo tipo de equipos digitales avanzados y de alto rendimiento. Los automóviles, por ejemplo, “ahora tienen más tecnología que computadoras”, según un informe de la empresa de logística DHL. McKinsey, la consultora global, predice que la industria de los semiconductores crecerá de $590 mil millones en 2021 a más de $1 billón en 2030, y los semiconductores para automóviles triplicarán su tamaño de $50 mil millones a $150 mil millones.
Los minerales críticos son necesarios para esta explosión de dispositivos de alta tecnología. Como escribe la Asociación de la Industria de Semiconductores, "En muchos casos, no existen alternativas conocidas a estos materiales que satisfagan nuestras necesidades funcionales y, por lo tanto, un suministro seguro y continuo de materiales críticos es de vital importancia para nuestra industria". Cada año, solo en la industria de los semiconductores, se destinan minerales por valor de unos 40.400 millones de dólares.”
Termino con esto:
“La Agencia Internacional de Energía (AIE), que opera bajo la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), publicó un informe en 2021, El papel de los minerales críticos en las transiciones de energía limpia, que hizo estimaciones cuidadosas del crecimiento futuro de la demanda para una serie de minerales La AIE señaló que, incluso en su Escenario de Desarrollo Sostenible menos ambicioso, la demanda mundial de litio se multiplicaría por 42 entre 2020 y 2040. Al mismo tiempo, la agencia predice que la demanda mundial de grafito se multiplicaría por 25, cobalto por 21, níquel por 19, y metales de tierras raras por siete.
Estas asombrosas estimaciones son motivo de preocupación para la OCDE y el orden geopolítico liderado por Estados Unidos que representa. Como dijo Fatih Birol, director de la AIE, el año pasado, "los datos muestran un desajuste inminente entre las ambiciones climáticas fortalecidas del mundo y la disponibilidad de minerales críticos que son esenciales para hacer realidad esas ambiciones". Este “desajuste” tiene el potencial de hundir las economías en el caos y, lo que es más importante, limitar las ambiciones imperialistas de Estados Unidos.
Y por fin, aquí llega china:
“Entre los cincuenta minerales críticos citados por el gobierno de los EE. UU., lo que llama la atención es que casi ninguno de ellos se produce principalmente en los Estados Unidos. Debido a una combinación de geología y economía, EE. UU. solo produce la mayor parte de su suministro de cinco de los cincuenta minerales de la lista. Veintinueve de los cincuenta minerales son 100 por ciento importados y cuarenta son 75 por ciento o más importados.
Esta dependencia de los EE. UU. de los suministros extranjeros de minerales críticos ha sido una fuente de preocupación cada vez mayor dentro de la clase dominante estadounidense, especialmente mientras se prepara para una confrontación militar con China.
En septiembre de 2020, la administración Trump promulgó la Orden Ejecutiva 13953 que declaró una emergencia nacional que enfrenta a los EE. UU. en su aseguramiento de minerales críticos. La orden decía: "Estos minerales son indispensables para nuestro país", pero "actualmente carecemos de la capacidad para producirlos en forma procesada en las cantidades que necesitamos... Para 31 de los 35 minerales críticos, Estados Unidos importa más de la mitad de su consumo anual. Estados Unidos no tiene producción nacional para 14 de los minerales críticos y depende completamente de las importaciones para satisfacer su demanda”.
Es evidente lo que están buscando. Sin embargo, esta vez se han equivocado notablemente en sus cálculos, no tenían tanto poder como ellos creían. Con Rusia y China ocurre todo lo contrario, tienen más poder de lo que podamos imaginar. Toda la maquinaria militar, de inteligencia, diplomática, política y económica ha resultado inútil.
Muchos expertos sostienen que el verdadero problema viene siendo este desde hace décadas, es decir, estas élites que dicen ser la vanguardia en inteligencia o economía no son mas que un conjunto de burócratas subvencionados sin capacidad alguna para discernir sobre unos asuntos tan importantes."
Cuando todo explote, que explotará y será en breve ¿Qué van a hacer?
El pueblo exigirá depurar responsabilidades, los representantes de occidente no van a poder mantener esta falsa por mucho más tiempo.